No es posible acceder a posiciones de liderazgo si no se sabe comunicar efectivamente. Dirigir un grupo de personas que deben trabajar conjuntamente para obtener un objetivo común, sin las apropiadas herramientas de comunicación, pone en dificultad a cualquiera que pretenda liderar; no importa si es un ejército, un equipo de ventas o los miembros de una familia. Claro que existen personas con un don especial para la comunicación y por ende puede ser buenos líderes, pero el talento es admirado justamente por su escasez, y como en todo, mientras más escaso sea ese talento más valioso será. Motivar, convencer, estimular, persuadir, orientar, dirigir, son algunas acciones íntimamente ligadas al liderazgo y a la pregunta: ¿Cómo se hace? La respuesta inequívoca es; comunicando de manera efectiva.
Pero más allá del talento, el estudio, el aprendizaje y la práctica, pueden sustituir la carencia de habilidades y destrezas naturales, a veces por que solo se necesita descubrir esas habilidades, sacarlas a flote, mostrarlas. Otras veces por que, con el aprendizaje de las técnicas adecuadas, aun con poco talento, se pueden alcanzar dotes de líder. Todo depende del deseo propio y la constancia. En mi experiencia he conocido desde cantantes hasta políticos que en sus comienzos no exhibían ni el más mínimo asomo de talento, pero gracias a su empeño y dedicación a aprender, terminaron sobresaliendo y distinguiéndose de todo el resto del rebaño. Si del rebaño, lo digo en modo ex profeso, pues la realidad es que en toda agrupación de personas siempre van a existir los liderados y el líder. Siempre en mayor o menor medida nuestra sociedad está compuesta por rebaños y estos a su vez integrados por sujetos que nunca dejarán de ser un individuo como todos los demás, haciendo lo que hacen todos los demás, y siempre necesitando que alguien los dirija pues por sí solos no llegarían lejos.
Hasta hace unas décadas la batuta la tenían la prensa, la radio y la TV, que no por casualidad son llamados medios de comunicación. Gracias a ellos se podía modificar la opinión publica en cualquier dirección. Como vestir, que automóvil comprar, que música oír, por quién votar, a que raza odiar; con lo cual aquellos quienes dominaban los medios de comunicación tenían el poder, el control casi absoluto del rebaño.
Hoy en día gracias a la internet da la impresión de que esto ha
cambiado. Desde mi perspectiva no es así. Los rebaños siguen estando ahí, lo
que ha sucedido es que se han multiplicado las personas dispuestas a dirigirlos.
Ahora tenemos los “influencers”, y claro los medios de comunicación desde hace tiempo son Facebook,
Instagram, Twitter, y más recientemente Tik Tok, solo por mencionar los más vigorosos.
Ya el poder de dominar el inconsciente colectivo lo detentan aquellos que, con
una buena dosis de marketing digital bien segmentado, alcanzan a un número increíble personas, con un video, historia o publicación, logrando miles y
hasta millones de likes, que tarde o temprano se convertirán en miles o tal
vez, millones de ventas. Demostrando una vez más que la buena comunicación no
es opcional para quien desee ser un líder y aprender a comunicar es de vital importancia, no interesa si eres representante Avon o
candidato a la presidencia de la república, si no sabes comunicarte de manera
efectiva, no alcanzarás tus objetivos.
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