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Como usar la voz de manera efectiva para vender bien.



Es un hecho conocido por todos que para vender se necesita comunicar y obviamente la comunicación más elemental se realiza hablando. Imagínate que deseas vender algo pero lamentablemente eres mudo. Se complica la cosa no? Y si no aplicas una metodología muy creativa, siendo mudo, difícilmente podrás vender cualquier cosa. Sin embargo también para quienes tienen la posibilidad de hablar existen limitaciones comunicacionales enormes; desde los estudiantes que deben hacer una exposición y cuando están delante de sus compañeros y profesor, les invade un terror que anula prácticamente cualquier esfuerzo por demostrar lo que saben y aun conociendo muy bien la materia, hacen una pobre exposición que seguramente no será bien valorada por el enseñante. De ahí en adelante, hablar en una reunión de trabajo, exponer ideas a un cliente, o dirigirse a cualquier audiencia, y mientras más numerosa peor, puede resultar una experiencia espeluznante,  pero además traumatiza tanto al individuo que la siguiente vez que lo intente, si lo intenta, seguramente le irá peor. Por supuesto que hablar en radio o en TV. Lleva el terror de la mayoría a proporciones bíblicas. Entonces,  que debemos hacer para hablar en público de manera efectiva? Simple, prepararnos tanto en conocimientos como en el dominio de nuestros nervios.  Esto es de importancia capital pues nadie creerá lo que decimos si no lo decimos con convicción y seguridad. En las ventas esto es un tema particularmente importante porque en la mayoría de los casos el vendedor debe responder a una simple pregunta: Por qué te debo comprar lo que deseas venderme? Y es que en este caso el trabajo del vendedor no es solo exponer las bondades de su producto o servicio, también debe convencer a su potencial comprador, que eso que el vende ejercerá un efecto positivo en cualquier ámbito de la vida del adquiriente. Y para que su explicación sea creíble, el tono de su voz, su lenguaje y su actitud  deben expresar seguridad y conocimiento de lo que intentan exponer. Y atención, también el lenguaje corporal debe ir acoplado a la expresión verbal. En innumerables ocasiones una persona puede estar expresándose de manera correcta en el momento de hablar, pero si adopta posiciones que transmiten inseguridad, miradas que dan la sensación de desconocimiento, manos titubeantes o sin control o movimientos injustificados, todo lo que diga será en vano.
Los seres humanos tenemos por naturaleza la posibilidad de percibir mensajes no verbales, es decir; podemos captar los estados de ánimo y las situaciones emotivas de quien tenemos delante sin que nuestro interlocutor abra la boca. En efecto existen personas más sensibles que otras a los mensajes no verbales y en ciertas áreas se aprende no solo a interpretar estos mensajes no hablados, con el debido entrenamiento se puede saber cuándo alguien te está mintiendo, cuando está inventando una historia o cuando está verdaderamente recordando un suceso.  En consecuencia el acto de vender depende en gran medida de la efectividad de la comunicación, por lo tanto expresarse bien mediante el lenguaje verbal y corporal es una materia que todo vendedor debe, obligatoriamente, cultivar y actualizar permanentemente. Es cierto que  existen personas que de manera natural tienen del don de la elocuencia y manejan magistralmente sus forma de comunicar, pero las que no poseen este talento, con un poco de voluntad y aprendiendo técnicas específicas, pueden llegar a ser óptimos oradores y por ende, buenos vendedores.     
Para adquirir las destrezas comunicacionales requeridas para el óptimo desempeño en ventas y situaciones símiles es necesario un trabajo completo tanto físico como emocional, hecho con constancia y de la mano de un profesional, cosa que desde este humilde blog no podemos hacer. Sin embargo si puedo sugerir algunas recomendaciones básicas.



1.       Debes conocer en profundidad la materia a la cual te quieres referir. Busca toda la información que puedas al respecto.
2.       Tu respiración debe ser relajada y natural. Evita prendas de vestir muy estrechas y posiciones incomodas.
3.       Al hablar, debes hacerlo en forma segura, sin titubeos, con un volumen adecuado y un tono amigable( siempre los tonos bajos dan más credibilidad al argumento)
4.       Debes investigar(si puedes) todo lo referente a la o las personas que tendrás al frente; gustos, religión, estado civil, si tiene hijos, si vive solo, posición política, preferencias sexuales, todo.
5.       Si tu interlocutor desea decir algo, permíteselo, escucha atentamente y respóndele de manera  muy segura.
6.       También debes tratar de intuir las posibles objeciones de tu potencial cliente, en otras palabras, debes adelantarte a sus preguntas o razones para decir no y preparar una respuesta adecuada.
7.       Cuando se vende cualquier cosa, lo primero que debes lograr no es la venta, es hacer sentir a tu interlocutor que tiene una necesidad que tu producto o servicio puede satisfacer. Le debes resolver un problema.
8.       Dominar tus nervios todo el tiempo es algo que la práctica te facilitará. Ejercitarte delante de un espejo y con tus familiares o amigos te proporcionara tranquilidad para afrontar situaciones tensas.
9.       Cuidar tu aspecto, no gesticular sin razón, no cruzar los brazos, o meter las manos en los bolsillos te proporcionara una imagen más segura. Nada de goma de mascar o lentes obscuros y mucho menos tener el celular entre manos.
10.   Prepara siempre el material informativo (folletos, catálogos, fichas técnicas, muestras, etc.) del producto o servicio, para que puedas dejarlo al interesado.


En líneas generales estos concejos pueden ayudarte en el inicio, pero recuerda que un curso de oratoria, ponerte en manos de un coaching de voz y comunicación y aprender PNL, podrían hacer que tus exposiciones de ventas sean todo un éxito.

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