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La voz y la respiración para hablar en público (IV).



Si alguna vez has tenido un refriado (y quien no lo ha tenido?) te habrás dado cuenta de cómo cambia la voz, comúnmente se habla de voz nasal, esto se debe a que nuestros senos paranasales están congestionados por el moco y además seguramente las partes blandas se encuentran inflamadas. En condiciones normales estas cavidades están libres y su estructura permite que el sonido en la emisión de la voz  se amplifique. Es esta propiedad la que le da su nombre; resonadores faciales. Existen otros resonadores por ejemplo en el tórax y según Grotowsky, todo el cuerpo puede resonar si se conoce el mecanismo que lo permite. Para nuestros fines solo nos ocuparemos de los resonadores faciales y su importancia en la emisión de la voz.
La importancia que tienen estas cavidades radica en el hecho de poder aprovechar la amplificación que nos brindan para poder proteger nuestras cuerdas vocales del cansancio por uso y abuso. Cuando empleamos las cuerdas vocales de manera inapropiada y emitimos la voz conocida como “de garganta” corremos el riesgo de quedarnos disfónicos y hasta afónicos. Además la calidad de la voz es más elevada, los matices son más notorios y  en general es más agradable cuando se emplean los resonadores. En líneas generales siempre los hemos usado, pero de manera inconsciente. En algunos casos se habla de personas que tienen la voz colocada de manera natural, son esas personas que al hablar definitivamente producen un efecto inmediato en quien las escucha. Suele decirse de estas personas que tienen voz de locutor, aunque en mi opinión no es acertada esta apreciación, sin embargo esto es harina de otro costal.
Para ubicar conscientemente los resonadores y apreciar su efecto debemos realizar ejercicios como por ejemplo emitir un sonido con la letra m y la boca cerrada y colocar nuestras manos en la frente o a los lados de la nariz, de esta forma conocemos el sitio donde se encuentran, luego debemos dirigir nuestra voz hacia esos puntos. Si variamos la escala tonal desde los sonidos más bajos a los más agudos podremos notar que nuestra voz resuena desde el pecho en los sonidos graves hasta la frente en los altos. Una de las características que hace que nuestro discurso sea grato de oír y no canse al público o en el peor de los casos lo haga dormir, es precisamente el uso de toda nuestra escala tonal. Además los tonos y el volumen son óptimas herramientas para enfatizar pasajes importantes de nuestro argumento y transmitir emociones. Con la debida practica y en breve tiempo se puede conseguir el uso correcto de los resonadores de manera natural, es decir que no necesitaremos pensar en ello pues los emplearemos automáticamente.
La combinación de una buena capacidad aeróbica, su buena dosificación, el uso correcto del diafragma y los resonadores y el entrenamiento de voz adecuado, dará como resultado, una voz versátil, expresiva, agradable, potente, que transmite seguridad y credibilidad. Con estos atributos tenemos una enorme ventaja en cualquier situación donde se requiera comunicar verbalmente.

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